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Cervecería Moritz


La antigua y emblemática fábrica de cervezas familiar Moritz de Barcelona, inaugurada en 1856 y cerrada en la década de los 70, ha sufrido un espectacular proceso de transformación de la mano del arquitecto francés Jean Nouvel, que ha convertido sus 4.500 m2 de superficie en un espacio gastronómico, cultural y de ocio en el que la tecnología de proyección audiovisual de la firma Christie es uno de sus elementos clave.

Más de siete años ha durado la transformación de la centenaria Fábrica Moritz Barcelona (FMB), la marca cervecera más antigua de la península Ibérica que funcionó entre 1856 y la década de los 70, hasta convertirse en la actualidad en un avanzado centro gastronómico, cultural y de ocio que ha contado con una inversión superior a treinta millones de euros. La rehabilitación de esta emblemática instalación industrial parte del encargo de la familia Moritz al arquitecto francés Jean Nouvel, que ha realizado un trabajo singular en los 4.500 m2 de las tres fincas de la ronda de Sant Antoni, en pleno centro de Barcelona, donde se sitúa la fábrica. No es de extrañar que el propio Nouvel calificara el complejo proyecto realizado como "la resurrección de la cerveza en Barcelona, en un contexto de arqueología industrial que pretende ser un punto de encuentro para todos los barceloneses".

En este arduo trabajo, el arquitecto ha conservado la estructura centenaria, la bodega abovedada, los tanques de hormigón armado fabricados en los años 20, se ha restaurado una embotelladora de los 50, entre otros elementos, combinando elementos antiguos y "una representación de la modernidad del siglo XXI, con espacios de microplaceres", como él mismo define. La fábrica se ha transformado en un espacio único, dividido en tres plantas, con espacios específicos e innovadores en torno a la gastronomía, la cultura y el ocio para realizar todo tipo de actividades.

Cervecería Moritz